Intervención Clemencia Carabalí Rodallega ante reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Intervención Clemencia Carabalí Rodallega ante reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Un cordial saludo de Paz y Bien a las y los representantes del cuerpo diplomático de los distintos gobiernos que se encuentran participando en este importante espacio.

A los integrantes del sistema de Naciones Unidas, a todos y todas los que han hecho posible nuestra participación, en cabeza de la  Representación  de Alemania quien preside esta reunión. 

Soy Clemencia Carabalí Rodallega, del municipio de Buenos Aires, departamento del Cauca en Colombia. Sobreviviente a un atentado llevado a cabo por grupos armados el pasado cuatro de mayo de 2019, donde también se puso en riesgo la vida de otros 25 líderes y lideresas, activistas que defendemos nuestros derechos étnico-territoriales en Colombia.

Desde la invasión española hace 528 años, que contrajo la esclavización, despojo y muerte para los pueblos de nuestra América; debemos decir que el etnocidio en Colombia aun no ha parado.

Su excelencia, señor presidente.

Todos los días despertamos con la noticia del asesinato una persona negra o un indígena, con la amenaza para un integrantes de  la guardia indígena o de la guardia cimarrona, que se ha violado a una mujer, niña o adulta, y que la muerte a líderes y lideresas, defensores y defensoras de DDHH persiste.

Situaciones que se han incrementado exponencialmente a partir de la presencia de COVID19 en Colombia.

Desde que se firmaron los Acuerdos de Paz entre el Estado colombiano y las FARC, han sido asesinadas en Colombia, 686 personas entre firmantes del acuerdo, líderes y Defensoras de Derechos Humanos. 120 de estos, solo en lo que ha corrido de este año 2020.

Asesinatos como el de Karina Garcia, Candidata a la alcaldía del Municipio de Suarez en Cauca y 5 personas más que le acompañaban en su ejercicio político electoral en septiembre de 2019, asi como El asesinato de la gobernadora indígena Nasa Cristina Bautista y 4 guardias indígenas entre los que le acompañaban.

El desmembramiento de Paola del Carmen Mena Ortiz, integrante del Consejo Comunitario Renacer del Micay, el pasado 5 de julio, son muestras de como las comunidades y en particular las mujeres vivimos una profunda violación del derecho a la vida como consecuencia de la continuidad del conflicto armado, la ausencia del Estado y la intervención del gobierno nacional con enfoque militar como respuesta, incrementando los riesgos de pervivencia en nuestros territorios, nos pone en medio del cruce de las balas, incrementa el confinamiento, el desplazamiento y las violencias contra las mujeres y las niñas.

En muchos territorios del país hay una reconfiguración de los Grupos Armados Ilegales y Organizados, que han entrado en los territorios que antes controlaba la antigua guerrilla de la FARC-EP, dentro de este panorama se suma las tensiones que generan múltiples conflictividades: como son la presencia de élites económicas con intereses extractivitas, así como las economías ilegales a través de los cultivos de uso ilícito, la corrupción y la minería criminal.

A pesar de que el Acuerdo de Paz fue firmado en 2016, aún no existe una verdadera paz estable y duradera para los pueblos de Colombia. Quienes más sufrimos las consecuencias de la confrontación armada somos la población civil, las comunidades étnicas, nuestros jóvenes, niñas y mujeres.

Honorables representantes, Como mujeres comprometidas con la Paz y resistentes a todas las formas de violencia en nuestros territorios y cuerpos, valoramos el respaldo de la comunidad internacional , de las agencias de las naciones unidas, de la misión de verificación y de manera especial, a Suecia, a noruega  con pro defensoras en alianza con ONU Mujeres y  al Fondo Multidonante para el Sostenimiento de la Paz, que con su apoyo a la sociedad civil,  ha contribuido a generar condiciones para la participación, el empoderamiento y la incidencia de las mujeres afrodescendientes e indígenas para la implementación del Acuerdo de Paz y el ejercicio de nuestros derechos.

Al presidente Iván Duque, teniendo en cuenta que Colombia cuenta con un importante marco constitucional, legal y de política pública le exigimos:

  1. Implementar a cabalidad el Programa integral de garantías para las mujeres lideresas y defensoras de derechos humanos, asi como el Programa Integral de Seguridad y Protección para Comunidades y Organizaciones en los Territorios.
  2. El cumplimiento en la implementación del Acuerdo de Paz de manera integral y sostenida, incluido el Capítulo Étnico en su integridad, como las medidas de género.
  3. Investigar y judicializar de manera eficaz los autores materiales e intelectuales de violaciones a los derechos humanos y a los derechos étnico-territoriales que persisten en el país, como medida para evitar la impunidad que cubre estos hechos.
  4. Avanzar en la implementación de medidas de protección colectiva con enfoques diferenciales de género y étnico, así como los autos 004 y 005 de 2009, y el 092 de 2008, entre otros, para disminuir los enormes riesgos generados por las prácticas de despojo. La transformación estructural del campo debe integrar las regiones, contribuir a erradicar la pobreza, promover la igualdad y asegurar el pleno disfrute de los derechos de la ciudadanía.
  5. A Garantizar nuestros derechos, proteger nuestras vidas y poner la paz como prioridad en la agenda pública del país. 

Señores y señoras del Consejo de Seguridad de la ONU y comunidad internacional, Como mujeres que queremos la paz y ganadora del Premio Nacional a la defensa de los DDHH en Colombia, les pidimos que:

  • Anime a los actores armados que operan en nuestros territorios a pactar un Acuerdo Humanitario que permita promover medidas encaminadas a garantizar la vida, el respeto por los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario (DIH), la autonomía territorial y las formas de gobierno propio de las comunidades.
  • Rodee a nuestras comunidades, visite los territorios, como lo hizo el Consejo de Seguridad el año anterior al municipio de Caldono, y acompañe nuestras iniciativas de construcción de paz. No solo desde el apoyo técnico y económico, sino también desde el compromiso político, como garantes para sacar adelante la implementación del Acuerdo, de manera integral y sostenida.
  • Señor Secretario General Antonio Guterres agradecemos las visitas del representante especial para Colombia Carlos Ruíz Maseus a nuestros territorios y le Invitamos cordialmente, a que se reúna  con nosotros los pueblos afrodescendientes e indígenas de Colombia, integrados en la Comisión Étnica para la Paz y la Defensa de los Derechos Humanos, en compañía de su relator  especial para la prevención del genocidio Sr. Adama Dieng, para analizar la crítica situación de subsistencia de nuestras comunidades en medio de la limpieza étnica y los sistemáticos crímenes atroces que se están perpetrando en nuestra contra… Es urgente.
  • También, les invitamos a promover la implementación de las directrices de la resolución 1325 y su Plan de Acción Nacional en Colombia para que se consolide la participación, la protección y el liderazgo de las mujeres y de las y los jóvenes en la construcción y sostenimiento de la paz, integrando el enfoque de género y de derechos de la niñez y de las mujeres en nuestros territorios.

Muchas gracias por permitir poner  nuestra voz aquí…“SOY PORQUE SOMOS”