Proteger su vida es proteger la paz.

Premio Defensores

El Premio a la Defensa de los DDHH: Un tributo a su trabajo en Colombia

El próximo 4 de septiembre la labor de personas y organizaciones en Colombia que se ocupan en la defensa de los derechos humanos de sus comunidades serán reconocidas públicamente con el Premio Nacional a la Defensa de los DDHH en su VIII edición.

Anualmente, y desde 2012, el Premio Nacional a la Defensa de los DDHH celebra la vida de mujeres y hombres que se ocupan en la defensa y promoción de los derechos humanos en Colombia.

Con su entrega se envía un mensaje claro a la sociedad: el trabajo que realizan las defensoras, defensores y organizaciones es esencial en el fortalecimiento de la democracia y la construcción de paz en Colombia, por eso hay que proteger sus vidas y garantizar su labor.

El programa en Colombia de Diakonia y ACT – Iglesia Sueca durante siete años consecutivos ha entregado en ceremonia pública el Premio Nacional a la Defensa de los DDHH para enaltecer su labor.

Para todos quienes han recibido el Premio a la Defensa de los Derechos Humanos es un momento especial e inolvidable para sus vidas, las de sus organizaciones y familias.

Son líderes porque son defensores de la vida, de las mujeres, de los niños, del agua, del territorio, de los recursos naturales, del interés común.

Lo consideran de gran valor y significado, pues su trabajo de denuncia y lucha por el esclarecimiento de la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas se compensa con este reconocimiento honorífico.

Así lo cree la defensora Jackeline Rojas, – Premio a toda una vida (2012) –. “El premio ha significado proteger esa luz propia que, como defensora, es cada vez  más encendida por la defensa de los derechos de un pueblo que busca justicia”.

Cuando lo recibió, recuerda la defensora, fue muy impactante. “Pensé inmediatamente en todas esas mujeres de la región del Magdalena Medio que, como yo, han sufrido, pero que son capaces estando en el territorio transformar y sembrar semillas de vida”.

Luz Elena Galeano, defensora del colectivo Mujeres Caminando por la Verdad (Medellín) – Premio Procesos colectivos nivel comunitario (2015) – cuya labor se centra en la búsqueda de familiares desaparecidos víctimas de la “operación orión” adelantada en el 2002 por el ejército colombiano, el Premio le permitió contarle al mundo de esta tragedia.

“La visibilización y el reconocimiento del colectivo en el contexto que le tocó vivir a la comunidad de Comuna 13 ha sido positivo. A nivel internacional “se conocía por encima lo que mostraban los medios masivos. Pero, lo vivido por las víctimas, solo fue posible en la labor de incidencia que da el Premio y que pudimos hacer en Washington. Abre puertas a otros espacios”.

Iván Madero, defensor de la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos CREDHOS, – Premio Experiencia o proceso colectivo del año (2017) –  considera por su parte que “el Premio abre otras puertas que de pronto desde la región las organizaciones no tenían la posibilidad de acceder a una interlocución de alto nivel, a nivel institucional. Vale la pena defender los DDHH en nuestro país que necesita tanto la paz”.

“¡Fue un honor para mí y para mi sindicato! Soy el primer sindicalista que recibe el Premio”, dice el defensor José Milciades Sánchez – Defensor del Año (2016) –. También, porque hay un tema como de blindaje, de protección. En el marco de tantas amenazas que he recibido el Premio entra como una protección”.

Así lo cree el también Defensor del Año (2018) Germán Graciano Posso, defensor de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. “Blindarnos para que no sigan asesinando líderes y lideresas y reclamantes de tierras en Colombia”.

Dolly Valencia Estupiñan, representante del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera – Premio Proceso Colectivo del Año Proceso Social Comunitario (2018) – señala que, para su organización ha sido muy importante. “Mediante el reconocimiento poder “visibilizar todas nuestras luchas en el territorio, nuestra permanencia sostenible y libre de cultivos ilícitos y grupos armados”.

El Premio Nacional a la Defensa de los DDHH es para sus ganadores y la comunidad de defensoras y defensores del país, la posibilidad de “mostrarle a Colombia y al mundo entero que no estamos solos”, dice Genaro Graciano, representante del Movimiento Ríos Vivos de Antioquia – Premio Experiencia o Proceso Colectivo del Año (2018) –.

La entrega del Premio en su edición VIII constituye un nuevo llamado ante el grave crecimiento de agresiones, amenazas y asesinatos.

A la sociedad colombiana le corresponde legitimar y respaldar la contribución que hacen las y los defensores a la paz, la democracia y la plena vigencia de los derechos humanos.

“Proteger la vida de los defensores y defensoras de Derechos Humanos es proteger la paz”